Parque Natural de la Bahía de Cádiz


El Parque Natural de la Bahía de Cádiz

El Parque Natural de la Bahía de Cádiz se encuentra entre la zona del Estrecho de Gibraltar y el Parque de Doñana y ocupa una extensión de 10.500 hectáreas, de las cuales la mayoría son humedales que se forman por el Río Guadalete.

Parque Natural de la Bahía de Cádiz

Este parque natural ocupa varias provincias gaditanas tales como Chiclana, el Puerto de Santa María, San Fernando, Puerto Real y el propio Cádiz capital.

Dentro de sus límites se encuentran enclaves naturales de gran belleza, como la Isla del Trocadero, las Marismas de Sancti Petri o el monumento Punta del Boquerón.

El Parque Natural de la Bahía de Cádiz contiene también diversos y distintos ecosistemas que conviven juntos unos a lado de los otros. Podemos observar pinares junto a las playas, marismas y salinas, además de un gran número de aves y peces.

Debido a la acción del viento y el mar, así como la sedimentación producida por el Río Guadalete, el tiempo ha hecho posible un entorno maravilloso, de gran belleza, donde confluyen paisajes excepcionales y la tierra y el mar se funden en uno solo.

La llana marisma hace posible que las aguas fluyan fácilmente en función de la marea, formando surcos de agua entrelazados que llegan hasta las salinas que aún se conservan y están activas y funcionando para la extracción de sal marina y la explotación piscícola.

Parque Natural de la Bahía de Cádiz - salinas

Dentro del parque natural de la Bahía de Cádiz existen en el parque varias especies de plantas y vegetales, tanto marinos como de tierra y aire.

En cuanto a animales del mar, dentro de la extensión de este parque se dan especies marinas tales como los erizos de mar, cangrejos, camarones, así como sardinas, boquerones y sargos, entre otros.

La gran variedad de aves que habitan este parque forman uno de los más importantes atractivos. Podemos encontrar flamencos, garzas, cigüeñas, avocetas, garcetas, águilas pescadoras y varias especies más.

Todo el parque natural constituye un importante criadero de fauna marina: crustáceos, moluscos y peces. Además, es el hábitat elegido por numerosas aves para la reproducción, no en vano, el Parque Natural de la Bahía de Cádiz fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Parque Natural de la Bahía de Cádiz - fauna
En cuanto a bosques, en esta zona se encuentran el Pinar de la Algaida, el Coto de la Isleta y Los Toruños. En ellos crecen pinos que se repueblan y que hacen de barrera para evitar que las arenas del litoral se extiendan en el terreno. Además de pinos, podemos encontrar sabinas, retamas y coscojas.
Dentro de estas extensiones de bosque habitan varias especies de animales: mirlos, cernícalos o petirrojos son de fácil observación. También reptiles como lagartijas, camaleones o culebras y mamíferos como conejos ratones de campo o lirones.
En el Parque Natural de la Bahía de Cádiz podemos encontrar también edificaciones de gran interés cultural como las casas salineras, construidas en el Siglo XVIII y cuyos restos aun se conservan en muchos casos; o los denominados molinos de marea que servían para almacenar el agua que se acumulaba con la subida de la marea y obtener energía natural para mover el mecanismo de molienda del grano y obtener así la harina. De estos molinos, se construyeron 20, de los cuales quedan los restos de 5 y otros 5 que están en buen estado y son: En Chiclana, el Molino de Santa Catalina y el Molino de Santa Cruz; en Puerto Real, el Molino de Ossio; en Puerto de Santa María, el Molino del Caño y en San Fernando, el Molino Saporito.
Parque Natural de la Bahía de Cádiz - Molino de Mareas
El Parque Natural Bahía de Cádiz es un entorno ideal para realizar actividades al aire libre y deportes como senderismo o rutas en bicicleta., así como deportes acuáticos.
Debido a su ubicación, cercana a las ciudades, el abandono y descuido de estas zonas empezaron a ser notorias hace unas décadas. También influyó la baja utilización de las salinas y la extracción de sal en estos terrenos. No obstante desde hace unos 30 años comenzaron las primeras labores de conservación de estos espacios naturales llegando, finalmente, a declararse como espacios protegidos en toda la provincia de Cádiz. Esto hizo que el desarrollo urbanístico de las ciudades que albergaban estos espacios, incorporaran restricciones de uso, con el fin de proteger el parque natural.